“Volver a conducir”
Conducir es una de las actividades de la vida diaria que mayor independencia y calidad de vida aporta a una persona, es por ello un objetivo primordial para muchas personas que padecen una enfermedad neurológica.
Volver a conducir implica una gran complejidad de aspectos.
Ninguna persona puede volver a conducir sin haber comunicado a tráfico que se tiene una enfermedad neurológica y sin que se valoren adecuadamente las capacidades para la conducción y las restricciones impuesta con el objetivo de garantizar la seguridad vial. Igualmente precisará de un entrenamiento de las habilidades necesarios para ello tanto a través de simulación como en situaciones reales.