Tras analizar que es el razonamiento clínico en los anteriores post, es importante hablar del razonamiento clínico que se elabora en la práctica basada en la evidencia.
El concepto proviene de la Medicina Basada en la Evidencia (MBE) refiriéndose al empleo consciente, explícito y juicioso de la mejor evidencia actual en la toma de decisiones […] .La práctica de la MBE significa integrar la competencia clínica individual con la mejor evidencia clínica externa disponible a partir de la investigación sistemática (David L. Sackett).
PRÁCTICA BASADA EN LA EVIDENCIA
Los 3 elementos sobre los que se fundamenta la práctica basada en la evidencia son el paciente , el profesional y la investigación científica.
1.La evidencia científica depende de las investigaciones realizadas, la calidad metodológica del diseño de los estudios y las conclusiones extraídas de los mismos. Para ello, es importante estar actualizado sobre las últimas investigaciones realizadas, tener un hábito de lectura de artículos científicos, así ser crítico en relación a la calidad de las publicaciones que leemos. Sólo así seremos capaces de conocer el nivel de evidencia y grado de recomendación que puede tener un abordaje de tratamiento en concreto.
¿Qué dicen los estudios sobre las herramientas de valoración y abordajes de tratamiento para una población con una patología y clínica concreta?
De esta forma podemos tener información sobre los predictores de recuperación
Y principios clave para elaborar un plan de tratamiento que genere cambios significativos.
Ten guiding principles for movement training in neurorehabilitation
Principles of experience dependent neural plasticity
Si bien es cierto, si toda esta investigación no se traslada a la práctica clínica no genera un impacto directo sobre la población. Es por ello necesario que las guías clínicas se actualicen frecuentemente incluyendo las conclusiones de las nuevas investigaciones que se van realizando.
2. Preferencias de la persona: este elemento es realmente necesario. Implica la individualización del tratamiento, adaptación de la evidencia científica a las necesidades y demandas de cada persona en cada momento. En este elemento clave de la práctica basada en la evidencia es importante desarrollar la alianza terapéutica para fomentar la adherencia al tratamiento. Sólo así la persona sacará el máximo beneficio del abordaje de tratamiento propuesto.
3. Evidencia profesional: Se refiere al nivel de conocimientos y habilidades , la experiencia adquirida en la práctica clínica para elaborar un plan de tratamiento adecuado a cada persona basado en el razonamiento clínico. Para ello deberá tener en cuenta a la persona y la evidencia científica. Consiste en la destreza para trasladar la evidencia científica a la práctica clínica adaptando el tratamiento a un individuo concreto con sus factores personales. Para ello es necesario desterrar falsas creencias que pueden ser arrastradas o desarrolladas por la experiencia clínica sin fundamentos científicos. Es lo que se denomina sesgos.
Terapeuta ocupacional, Fisioterapeuta especializada en neurorrehabilitación
cristinadediegoalonso@gmail.com
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